Una de las cosas más importantes en el tema de la climatización y que hay que tener en cuenta, es poner siempre la potencia que necesitamos, esto hará que el habitáculo que queremos climatizar esté a la temperatura y grado de humedad ideales para darnos confort . Algunas de las cosas que hay que observar y que nos darán este coeficiente para saber la potencia son: «la orientación», «los m³», «el tipo de local o vivienda», entre otros factores determinantes.
No dude en ponerse en contacto con nosotros para poder hacer estos cálculos y tener un presupuesto muy cuidado, teniendo lo que necesitan en cada lugar.
¿Qué es un sistema inverter? ¿Qué ventajas ofrece?
Inverter o no inverter, esa es la cuestión. Bueno, más bien, era porque ya todo el mundo da por hecho que es una mejora tangible. Sin embargo, ¿conocemos esta tecnología? ¿Sabemos lo que es?
Con este post, vamos a intentar aclarar conceptos y trasmitir en qué consiste esta tecnología y para qué sirve.
¿Qué es la tecnología inverter?
Básicamente, la tecnología inverter aplicada a los equipos de aire acondicionado depende del compresor. En los equipos inverter, se regula la velocidad del compresor para que trabaje a una velocidad constante y, por tanto, de forma más eficiente. La velocidad varía en función de la proximidad con la temperatura de consigna o la deseada.
Por el contrario, en los equipos no inverter, el compresor funciona siempre a velocidad máxima, siguiendo un principio de todo o nada: funciona a máximo rendimiento hasta alcanzar la temperatura deseada y entonces se detiene. Cuando la temperatura se vuelve a alejar de la deseada, vuelve a entrar en funcionamiento una vez más a máxima potencia.
Ventajas
Como podréis imaginar, esta difundida tecnología tiene múltiples ventajas. Con la explicación anterior seguramente habréis deducido ya algunas. Aun así, queremos destacaros los principales beneficios que se derivan de su uso:
- Ahorro energético: el funcionamiento de los equipos inverter favorece un gran ahorro energético ya que la velocidad del compresor de disminuye progresivamente conforme la temperatura se acerca a la deseada. En función del equipo y de sus características, el ahorro oscila entre el 20-25% e incluso más del 50% en algunos casos.
- Ahorro económico: el punto anterior trae consigo un evidente ahorro económico ya que se reduce el consumo. Este ahorro varía mucho en función de la instalación o el equipo, pero puede alcanzar los cientos de euros sobre el total anual.
- Confort térmico: los sistemas inverter proporcionan una temperatura más estable, sin cambios bruscos y apenas perceptibles. Esto se traduce en una mayor y mejor sensación de confort para el usuario.
- Mayor rendimiento: el rendimiento a nivel energético de las unidades inverter actuales suele ser hasta casi del doble de aquellas que no usan esta tecnología.
- Alargamiento de la vida útil del equipo: al no trabajar en régimen de on/off o todo o nada, el compresor se resiente menos y se puede alargar el período activo de funcionamiento del equipo.
Además, entre todos estos beneficios, también podemos añadir el hecho de que favorecen una climatización más silenciosa al evitar que la máquina se encienda y apague constantemente.
Cómo NO usar un equipo inverter
La tecnología inverter nos trae muchas ventajas… siempre que la usemos adecuadamente. Si se quiere aprovechar la eficiencia de estos equipos, no se deben llevar a cabo malas prácticas de uso.
Lo que no debemos hacer es poner la climatización a funcionar al máximo (o al mínimo, cuando queremos frío) nada más llegar y apagarla cuando alcanzamos la temperatura que queremos. Actuando así, estamos evitando precisamente que entre en funcionamiento esta tecnología.
Al contrario de lo que se cree, no por poner el aire acondicionado al mínimo se enfriará antes la estancia ni por ponerlo al máximo se calentará más rápidamente.
¿Merece la pena?
Siempre que se use de forma adecuada, por supuesto que sí. Aunque la inversión inicial suela ser algo mayor (hay quien cifra esta diferencia en unos 200 € de media), el ahorro que nos proporcionará durante años compensa de sobra su adquisición.
Además los equipos o sistemas inverter, al tener un mejor rendimiento y favorecer el ahorro de energía, suelen contar con calificaciones energéticas altas, generalmente muy por encima de los no inverter.